BALASANA

Cuando te sientas abrumado, exhausto, o simplemente necesites un tiempo para ti mismo, siempre podrás acudir a esta asana. Piensa que tu esterilla es como tu propia isla y aprovecha para restaurar tu energía, para hacer un breve “reseteo”. Este simple acto de rendición, puede ser la mejor salida para esos momentos de confusión y puede llegar a tener una influencia profundamente positiva sobre tu estado emocional. Unas cuantas respiraciones profundas en la postura del niño, después de una confrontación o cuando te sientas bloqueado, pueden cambiar tu perspectiva en un instante.

Beneficios:

  • Es sedativa, apoya a aliviar estrés, fatiga y ansiedad.
  • Estimula y fomenta la escucha de una respiración profunda, regular y estable.
  • Aumenta el riego sanguíneo, mejora la circulación.
  • Descarga hombros, caderas y muslos, así como los músculos, tendones y ligamentos de las rodillas.
  • Relaja y flexibiliza nuestros órganos internos.
  • Libera dolores de columna, y abre la musculatura posterior.

Nota: si tu cabeza no llega al tapete, apóyala con un soporte: una manta enrollada, un bloque bajo la frente o bolster bajo el abdomen, pecho y mejilla.

Tiempo: 

Es una postura muy recomendable para hacer en cualquier momento del día. Se puede realizar entre 30 segundos y 3 minutos. Es especialmente buena para empezar el día justo al despertarse antes de hacer cualquier otra cosa. Al salir prestaremos atención al cambio de flujo en sangre y saldremos poco a poco para no marearnos, especialmente si hemos pasado en esta postura mucho rato.

Autor: Yoga, Meditaciones, Superación Personal y Vida Saludable 
Corrección de estilo: Uṣhās Devī 

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